Es común que los padres y madres de familia buscan matricular a sus hijos e hijas adolescentes en actividades extracurriculares que refuercen los aprendizajes. En este sentido es muy importante en primer lugar que se valoren los deseos y las necesidades manifestadas por sus hijas e hijos, desde un espacio de comunicación y escucha activa.
Es recomendable además, valorar:
- Que en el proceso de búsqueda de estas actividades extracurriculares participen todos los miembros de la familia, de tal manera que la motivación se genere en conjunto.
- Identificar que el curso o los cursos sean de provecho, que motiven a la creatividad y que complementen el tiempo de ocio.
- Es necesario definir las expectativas en cuanto a horarios y recursos, para que así, la experiencia resulte satisfactoria.
- Es vital que los objetivos del curso o cursos a tomar sean afines a los intereses de la persona adolescente; a sus pasatiempos y proyecciones futuras.
- También, se debe valorar la modalidad de estas actividades; en caso de que sean virtuales, es prioridad que la persona adolescente se sienta cómoda, con los recursos y la iluminación adecuada.
- Por último, no se debe olvidar que vienen de vacaciones, y, por tanto, es recomendable no saturar de asignaciones de corte académico, ya que el espacio de descanso y autocuidado es esencial.
Hay que recordar que la participación en cursos libres requiere disciplina y compromiso no solo por parte de la persona adolescente, sino también de toda la familia, ya que esto significará un cambio en toda la dinámica.
Escrito por: Licda. Karen Álvarez Alvarado, vocal 1 de la Junta Directiva del CPO.