El pasado 9 de setiembre fue el día de la niña y el niño, fecha importante para conocer los retos que las personas profesionales en Orientación tienen en pro del desarrollo integral de esta población.
La Orientación busca potenciar el desarrollo integral de las y los estudiantes para una adecuada autorrealización y bienestar común; para eso las personas profesionales en Orientación debemos trabajar conjuntamente y afrontar los retos que significan la vida de la población infante.
Es fundamental que la Orientación con las niñas y los niños introduzca metodologías activas y prácticas, para otorgar a la persona estudiante el papel protagonista, ofreciendo todo tipo de opciones y estrategias que promuevan la comunicación asertiva y la resolución de conflictos con los diferentes actores educativos.
“La disciplina de la Orientación, desde siempre ha tenido retos importantes, indiferentemente de la población con la que se trabaja. Sin embargo, considero que el más importante de todos es lograr visibilizar, en la comunidad educativa, que como personas profesionales en Orientación no somos ‘apaga incendios’. Es decir, debe hacerse un esfuerzo institucional y disciplinar para fortalecer nuestro principio de prevención”, señaló la Licda. Marcela Cordero, profesional en Orientación.
La autoevaluación va a jugar un papel principal para que las personas estudiantes conozcan bien sus puntos débiles y fuertes, pues cada estudiante o situación atendida tiene realidades distintas y requiere de un tiempo específico, lo cual es un gran reto.
“En mi caso particular, al trabajar en una escuela del MEP, acceder a la totalidad de la población resulta un reto, al no tener lecciones fijas durante la semana con cada grupo o sección. Entonces, es necesario negociar tanto con la administración del centro educativo, como con el personal docente para poder tener espacios en los cuales trabajar de forma colectiva con las niñas y los niños”, mencionó Cordero.
La profesional en Orientación, Licda. Cynthia Castro García, considera que los mayores retos de la Orientación para con la niñez son:
-Fortalecer el perfil de la persona profesional en Orientación en una modalidad combinada para atender a la comunidad educativa.
-Reincorporar a la familia como agente activo y factor protector en el proceso de enseñanza aprendizaje de las niñas y los niños.
-Aplicar estrategias metodológicas acordes a su etapa de desarrollo y de forma creativa, para captar su interés y lograr permanencia institucional.
-Fortalecer el trabajo colaborativo para implementar estrategia acorde a sus necesidades y de forma lúdica.
-Implementar en las familias, supervisión y acompañamiento para disminuir factores de riesgo.
-Fortalecer en las personas estudiantes, proyectos de vida en sus diferentes etapas y ciclos educativos en la toma de decisiones.
“Como personas profesionales en Orientación cumplimos con talleres colectivos, atención a familias, acompañamiento en aplicación de protocolos, atención individual, acompañamiento a docentes, entre muchas otras labores. Por lo que un reto es poder dar respuesta a todas las situaciones que se presentan de forma adecuada y a través de estrategias que ayuden a lograrlo”, explicó Castro.
Desde esta perspectiva, las personas profesionales en Orientación de educación infantil y primaria, podemos desarrollar acciones para favorecer el desarrollo integral de las personas estudiantes y así, proporcionar espacios de sana convivencia, fortaleciendo la salud física y mental para con ello, generar el éxito escolar en la población estudiantil.