El pasado 10 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental. Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció como lema «Celebrar la salud mental como un derecho humano universal», invitándonos a reflexionar sobre nuestro quehacer y autocuidado. Por lo tanto, podemos hacer una pausa en este momento mientras leemos para reflexionar: ¿qué hacemos por nuestra salud mental y la de quienes nos rodean?
En este contexto, es importante enfatizar la trascendencia que tiene la Orientación en cualquiera de los ámbitos en donde nos desempeñemos. El Marco Nacional de Cualificaciones presenta en el descriptor de autonomía con responsabilidad personal, laboral y social, que la persona profesional en Orientación cuenta con la habilidad para tomar decisiones en estas áreas y en su propio aprendizaje. Esta capacidad se debe adquirir desde la formación inicial y tenemos el compromiso de seguir enriqueciéndolo, como lo señala este documento: «asumiendo con compromiso el desarrollo de estilos de vida saludables para que se propicien condiciones que potencien el bienestar, el desarrollo humano y la calidad de vida de su ámbito personal, su quehacer profesional y en beneficio de la comunidad en la que labora«.
Desde el Programa de Desarrollo Profesional Continuo, hemos venido ofreciendo espacios para el abordaje de la salud mental. En los últimos meses hemos realizado charlas sobre estrategias de afrontamiento, mindfulness y prevención del burnout, las cuales pueden consultarse en nuestro canal de YouTube.
Es esperable que, después de dos años y medio de una pandemia, tengamos que enfrentar situaciones difíciles, retomar la presencialidad, las demandas laborales, el pasar menos tiempo en familia, tener menos espacios para recreación y esparcimiento, y retornar a la congestión vial. Todos estos son elementos reales que quizás antes pasábamos por alto, pero hoy entendemos que están presentes.
La salud mental se trabaja, y como lo señala la OMS, es un derecho humano universal. Por lo tanto, les invitamos a cultivarla, tanto con las y los colaboradores que tienen a su cargo, el equipo de trabajo, las personas orientadas, la familia, las amistades y, por supuesto, consigo mismas o consigo mismos.
Para finalizar, queremos invitarles a tomar un momento, detenerlo todo y, por este instante, hacer algo que les haga muy felices. Pueden comer un helado, salir a correr, tomar un café con alguien, repetir su película favorita, ir al cine, ir con su familia al parque, tener una cita romántica con su pareja, salir a correr bajo la lluvia, leer un libro o simplemente quitarse los zapatos y salir a sentir el césped. Lo que sea que les haga felices, ¡háganlo!
«No se puede elegir sabiamente una vida a menos que uno se atreva a escucharse a sí mismo, a su propio yo, en cada momento de la vida.» – Abraham Maslow