La confidencialidad en el ejercicio de la Orientación resulta ser un elemento vital en el quehacer profesional. Las diversas tareas y estrategias que se emprenden conllevan el manejo de información sensible de las poblaciones que se atienden, lo que demanda una alta dosis de discreción, evitando la revictimización.
El ejercicio ético y competente de la profesión requiere garantizar la privacidad en el resguardo de la información que se obtiene en la relación de ayuda, así como, construir condiciones adecuadas para garantizarla dentro de las posibilidades que se tengan en los distintos contextos laborales.
Para dejar huella se hace necesario una gestión adecuada de la información que implique discriminar lugares, personas, circunstancias y condiciones en las cuales se obtenga, se resguarde o se comparta la información; de manera que, se garantice en todo momento la discreción y privacidad, sin vulnerabilizar a la persona orientada, realizando las acciones pertinentes para su bienestar integral, según lo normado en el Código de Ética Profesional.